El cáncer de recto es un tipo de cáncer que se desarrolla en el recto, la parte final del intestino grueso. Al igual que el cáncer de colon, es crucial detectarlo en sus etapas iniciales para aumentar las probabilidades de tratamiento exitoso.

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Síntomas del cáncer de recto:

• Sangrado rectal o presencia de sangre en las heces

• Cambios persistentes en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o sensación de evacuación incompleta

• Dolor o molestia abdominal

• Pérdida de peso inexplicada

• Fatiga y debilidad

• Heces más delgadas de lo normal

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Prevención:

La prevención del cáncer de recto se basa en adoptar hábitos saludables y realizar exámenes de detección temprana:

• Dieta rica en fibra: Consumir frutas, verduras y granos enteros para mejorar la salud intestinal.

• Evitar el tabaco y el alcohol en exceso.

• Mantener un peso saludable y realizar ejercicio regularmente.

• Realizar colonoscopias periódicas a partir de los 50 años (o antes si existen antecedentes familiares de cáncer colorrectal).

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Tratamiento:

El tratamiento del cáncer de recto depende de su etapa de desarrollo, pero puede incluir:

• Cirugía: Para remover el tumor y, en algunos casos, parte del tejido circundante.

• Radioterapia y quimioterapia: Utilizadas antes o después de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o eliminar células cancerosas restantes.

• Terapias dirigidas: Que atacan cambios específicos en las células cancerosas.

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La detección temprana es clave para mejorar las tasas de supervivencia. Si experimentas síntomas persistentes, es importante consultar a un médico para una evaluación adecuada.

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